En el municipio de Mulegé, al norte de Baja California Sur, se encuentra uno de los tesoros más grandes de México: El Vizcaíno, una Reserva de la Biosfera declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO. Este vasto territorio, que abarca más de 2.5 millones de hectáreas, destaca tanto por su impresionante biodiversidad terrestre como marina, siendo uno de los destinos más protegidos y maravillosos del país.
Un patrimonio de gran valor ecológico
El Vizcaíno fue reconocido el 30 de noviembre de 1988 como Reserva de la Biosfera y, 5 años después, en 1993, la UNESCO lo inscribió como Patrimonio Natural de la Humanidad. Su vasta extensión incluye la Laguna Ojo de Liebre, la Laguna San Ignacio y una gran variedad de paisajes, desde sierras y planicies hasta alrededor de 450 kilómetros de playas vírgenes.
Una de las razones clave para esta distinción es la presencia del Santuario de las Ballenas, considerado el sitio más importante del mundo para la protección de la ballena gris. Cada año, miles de ballenas grises migran a las aguas de El Vizcaíno para llevar a cabo su proceso de apareamiento y crianza, haciendo de esta zona un lugar único para el avistamiento de estos majestuosos mamíferos marinos.
Biodiversidad terrestre y marina en armonía
El territorio de El Vizcaíno no solo es relevante por su vida marina. En sus montañas habita el borrego cimarrón, una especie en peligro de extinción que encuentra en esta región su hábitat natural. La protección de estas especies, tanto terrestres como acuáticas, es una de las principales prioridades de la Reserva.
El Vizcaíno es una de las áreas protegidas más grandes de México y su extraordinaria diversidad natural lo convierte en un lugar de gran interés para ecoturistas, investigadores y amantes de la naturaleza.
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Actividades para los turistas
El Vizcaíno es un destino único para los turistas que buscan vivir una experiencia cercana a la naturaleza. Entre las actividades más populares se encuentra el avistamiento de ballenas, que ya ha comenzado su temporada y atrae a cientos de visitantes cada año. Para los amantes del senderismo, la región ofrece paisajes deslumbrantes: desde volcanes que emergen en medio de cactus hasta dunas de arena que se encuentran con el mar, creando escenarios ideales para caminar o incluso para filmar películas.
Cabe destacar que la caza del borrego cimarrón está estrictamente regulada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), con permisos limitados para garantizar la conservación de la especie.
Un paraíso natural por descubrir
Con su impresionante biodiversidad, su riqueza cultural y paisajística, y su estatus como Patrimonio Natural de la Humanidad, El Vizcaíno es, sin lugar a dudas, un destino que cautiva a todo aquel que lo visita. La región continúa siendo un ejemplo sobresaliente de cómo la protección del medio ambiente y el turismo responsable pueden convivir en armonía, permitiendo a futuras generaciones disfrutar de este paraíso natural.
