
Cinco amparos interpuestos contra la construcción de la Terminal de Gas Natural Licuado (GNL) en Sonora, conocida como Proyecto Saguaro, han logrado mantener detenida la obra, según informó la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA).

Aunque la planta de licuefacción estaría situada en Puerto Libertad, Sonora, las repercusiones de este megaproyecto llegarían hasta Baja California Sur, particularmente debido al paso de buques metaneros por el golfo de California, lo que podría poner en riesgo la biodiversidad marina y la actividad pesquera en la región.
La ASEA, parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), indicó que no se podrá iniciar la construcción hasta que se resuelvan los litigios en curso. En su comunicado de finales de febrero de 2025, aclararon que las autoridades ambientales están revisando minuciosamente el proyecto en respuesta a las solicitudes de los colectivos ciudadanos.
Razones detrás de los amparos
Uno de los amparos, identificado como juicio 408/2024-III, revela que el Juzgado Decimocuarto de Distrito en Sonora otorgó la suspensión definitiva debido a deficiencias en la evaluación de medidas ambientales fundamentales.

El informe judicial señala que la Dirección General de Gestión de Procesos Industriales de la ASEA no garantizó el cumplimiento de las condiciones de mitigación establecidas en 2006 ni supervisó la aplicación de un plan de monitoreo de ruido marino, lo que podría perjudicar a especies vulnerables en el golfo de California.
La jueza Rocío Monter Reyes aplicó el principio de precaución, que establece que, ante la posibilidad de un daño ambiental irreversible, el proyecto debe detenerse hasta que se pueda garantizar su viabilidad ecológica. El derecho a un medio ambiente sano se considera prioritario sobre los intereses particulares.
Impacto ambiental y social en Baja California Sur
El proyecto ha generado fuertes críticas de organizaciones como Conexiones Climáticas, BCScicletos y NRDC.

Claudia Campero, experta en justicia climática, advirtió que la construcción y operación del Proyecto Saguaro podría tener graves consecuencias sobre el ecosistema marino y las actividades pesqueras en el golfo de California. Según Campero, el ruido submarino generado por los metaneros podría desorientar a las ballenas y afectar su reproducción.
Por otro lado, pescadores locales han expresado su preocupación por el impacto que tendrá el tráfico de grandes embarcaciones sobre las poblaciones de peces, lo que podría poner en riesgo sus medios de vida. José Luis Villalobos, pescador en Baja California Sur, comentó: “Este tipo de proyectos beneficia a las grandes empresas, pero pone en peligro nuestra economía local y los recursos naturales que aún tenemos”.