Los humedales de BCS que previenen las inundaciones
México cuenta con un total de 143, de los cuales 11 se ubican en este estado, de acuerdo con el doctor Giovanni Ávila Flores.

Aunque Baja California Sur es conocida por su clima árido y extensas zonas desérticas, la entidad alberga 11 sitios Ramsar: humedales reconocidos internacionalmente por su valor ecológico bajo la Convención de Ramsar, firmada en 1971.
Esta designación implica un compromiso del país con su conservación y uso racional. México, de hecho, es uno de los países con más sitios Ramsar del mundo.
Con un total de 143, de los cuales 11 se ubican en este estado, de acuerdo con el doctor Giovanni Ávila Flores, director adjunto de Future Coast para América Latina y el Caribe.
Los sitios Ramsar son ecosistemas donde confluyen el agua, el suelo y la biodiversidad, y deben cumplir al menos uno de los nueve criterios que establece la Convención.
Entre ellos destacan el ser hábitat de especies en peligro, apoyar a aves migratorias o proveer servicios como la recarga de acuíferos y el control de inundaciones.
Aunque la designación no otorga por sí sola una protección legal nacional, sí brinda visibilidad internacional, posibilidades de financiamiento y asistencia técnica.
Funciones ecológicas de los sitios Ramsar
Los sitios Ramsar en Baja California Sur no son uniformes. Incluyen desde lagunas costeras como San Ignacio y Ojo de Liebre —claves en la migración de la ballena gris—, hasta áreas marinas como Bahía de Loreto y Cabo Pulmo, con alto valor pesquero.
En La Paz, espacios como Balandra y El Mogote están al alcance del malecón, mostrando que no todos estos humedales son remotos o inaccesibles.
“Lo que es el Mogote y la Ensenada de La Paz podemos decir que caminando frente al malecón podemos encontrar directamente un sitio Ramsar”, señaló el doctor Ávila, destacando la cercanía de estos ecosistemas con la vida urbana.
En total, más del 19% del territorio estatal está cubierto por humedales reconocidos por Ramsar, una cifra que sorprende por el contraste con el paisaje desértico que caracteriza a la región.
Estos humedales prestan servicios ecosistémicos fundamentales como la captura de carbono, la recarga de acuíferos, la pesca sostenible y el fomento del ecoturismo.
Además, tienen un componente cultural: en los oasis serranos, por ejemplo, se cultivan dátiles y uvas, fortaleciendo la relación entre naturaleza y comunidad.
Protección para los sitios Ramsar
A pesar de su importancia, no todos los sitios Ramsar en Baja California Sur cuentan con protección efectiva.
“El estatus Ramsar es una herramienta, pero si no va acompañada de protección legal nacional como Área Natural Protegida, su impacto es limitado”, advirtió Ávila.
Por ejemplo, Cabo Pulmo cuenta con un programa de manejo consolidado, mientras que algunos oasis serranos enfrentan dificultades para aplicar medidas de conservación.
Otro reto es el turismo mal gestionado, “hay sitios Ramsar que se vuelven muy populares, pero sus políticas de conservación no se refuerzan con la misma velocidad”, alertó el especialista, quien enfatizó la necesidad de equilibrar la promoción turística con acciones ambientales firmes.
Con información del medio.