El número de críticas hacia la Dirección de Vida Silvestre de Semarnat en Baja California Sur ha incrementado debido a denuncias de negligencia y demoras en la emisión de permisos para el avistamiento de tiburón ballena y ballena gris en la región.
Los prestadores de servicios turísticos se manifestaron frente a las oficinas de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), solicitando poner fin a los obstáculos en la Dirección General de Vida Silvestre (DGVS) que les impide obtener los permisos necesarios para realizar actividades turísticas que generan importantes beneficios económicos para las comunidades locales.
Por segundo año consecutivo, los operadores turísticos señalan problemas en la entrega oportuna de documentación, afectando la realización de actividades en la Bahía de La Paz y Puerto Chale. Aquellos dedicados a la observación de tiburón ballena y ballena gris, con más de 15 años de experiencia, revelan que invierten hasta 15 mil pesos para cumplir con los requisitos de la DGVS y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y obtener las autorizaciones correspondientes.
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Prestadores de servicios turísticos se ven afectados por las demoras de la DGVS
Los inconformes destacan que las demoras en la expedición de permisos no solo generan pérdidas económicas y cancelaciones, sino que también afectan a las autoridades locales, como el Ayuntamiento de La Paz, que se vio obligado a posponer la ceremonia oficial para el avistamiento de ballena gris en Puerto Chale.
Ernesto Zazueta, presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM), denuncia que, en medio de la crisis de extinción de la vaquita marina, la DGVS utiliza recursos públicos para gestionar permisos destinados a la exportación de pescado controvertido de Earth Ocean Farms (EOF) a Asia.
Además, señala que la DGVS ignora solicitudes para que las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA’s) puedan llevar a cabo su labor de manejo sostenible de la fauna y flora silvestres, esenciales para millones de personas en México, la mayoría de ellas de escasos recursos.
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