La Embajada de México en Haití ha aconsejado a los ciudadanos mexicanos que eviten viajar al país caribeño, debido a los violentos enfrentamientos en la capital que han afectado las comunicaciones y causado una fuga masiva de reclusos de la principal penitenciaría.
Estos disturbios ocurren en un momento en el que el líder de una banda busca derrocar al primer ministro, Ariel Henry.
La cancillería también insta a los mexicanos que se encuentren actualmente en Haití a resguardarse y evitar transitar por las calles, así como a realizar desplazamientos que no sean esenciales.
Además, dado la cancelación temporal de vuelos en el Aeropuerto Internacional Toussaint Louverture (PAP), sugiere monitorear noticias locales y anuncios oficiales de aerolíneas en caso de necesitar salir del país.
La embajada mexicana hace hincapié en la imprevisibilidad de los escenarios de inseguridad, instando a los ciudadanos a tomar precauciones adicionales, incluyendo la acumulación de agua, combustible, alimentos no perecederos y otros suministros básicos.
Se recomienda estar atentos a las recomendaciones de las autoridades y a los avisos de la Embajada.
Para cualquier persona mexicana en Haití, la cancillería ha puesto a disposición el correo electrónico contactoembhai@sre.gob.mx y el número de emergencias +509 3849 0085.
Los recientes enfrentamientos, impulsados por el llamado del líder pandillero Jimmy Cherizier para que grupos criminales se unan y derroquen a Henry, han sembrado el pánico en la región.
TE PUEDE INTERESAR: Muere migrante haitiano por tifoidea en Tizayuca, Hidalgo
Cherizier lidera una alianza de bandas y enfrenta sanciones de la ONU y Estados Unidos. En un ataque el sábado por la noche, grupos armados desafiaron a las fuerzas policiales y atacaron la mayor prisión del país, la Penitenciaría Nacional.
El gobierno haitiano emitió un comunicado agradeciendo a la población por su calma en medio de estos momentos difíciles.
Esta semana, Cherizier advirtió a los habitantes que impidieran que los niños fueran a la escuela para evitar daños colaterales, ya que la violencia recrudeció en ausencia del primer ministro, quien se encontraba en Kenia.
