El Panteón El Zacatal, uno de los cementerios más antiguos de La Paz, se ha convertido en el centro de numerosas historias misteriosas y leyendas que han perdurado a lo largo de los años. Con más de 150 años de historia, este lugar sigue siendo testigo de relatos que envuelven el ambiente en un aura de intriga y misticismo.
Orígenes y Leyendas
El origen del Panteón El Zacatal se remonta a la antigua Hacienda El Zacatal, propiedad de Manuel Sandoval, quien según la leyenda, habría enterrado un tesoro junto a su querido toro, conocido como “El Toro Prieto”. Desde entonces, se ha gestado la creencia de que el espíritu del toro vaga por el cementerio, protegiendo su tesoro con celo.
Además, se cuenta la historia de un niño cuya aparición en el panteón causó sensación en la década de 2000, cuando una fotografía suya se difundió en internet, alimentando la intriga y la especulación.
El Panteón El Zacatal es frecuentado por veladores y personas que buscan experiencias paranormales, como el avistamiento del “hombre del sombrero”, quien se dice que vigila la hacienda desde lo alto de un caballo. También se relata el episodio en el que un grupo de jóvenes, en una noche de Halloween, experimentó sucesos inexplicables después de utilizar una ouija en el cementerio, lo que resultó en la intervención policial.
El cementerio sigue siendo un punto de interés para quienes practican la magia blanca y la magia negra, atraídos por la poca vigilancia que rodea el lugar. A pesar de las numerosas historias que lo rodean, muchas familias aún acuden a limpiar las tumbas y rezar a sus seres queridos, aunque al caer la noche, el panteón se sumerge en un misterioso silencio, evitando la presencia de los más valientes.
