El mítico pez remo, asociado con desastres, es hallado en la costa de San Diego: FOTO
Un ejemplar del enigmático pez remo, conocido por su apariencia similar a una serpiente y sus supuestas conexiones con desastres naturales, fue encontrado flotando muerto en la superficie del océano frente a la costa de San Diego. Este inusual hallazgo ha generado interés tanto entre expertos marinos como entre el público en general.
El pez, de 3.6 metros de largo, fue descubierto el pasado fin de semana por un grupo de buceadores y kayakistas en La Jolla Cove, al norte del centro de San Diego. Posteriormente, fue llevado a tierra para su estudio por especialistas del Instituto Scripps de Oceanografía.
El pez remo, también conocido como “rey de los arenques” o “pez serpiente,” es una criatura de aguas profundas que rara vez se ve cerca de la superficie. De hecho, según Ben Frable, un experto en peces, este es solo el vigésimo avistamiento registrado de un pez remo en California desde 1901, lo que subraya la rareza del evento.
Este pez tiene una reputación mítica, especialmente en culturas asiáticas, donde se cree que su aparición es un presagio de terremotos u otros desastres naturales. Sin embargo, los científicos han aclarado que no existe evidencia que respalde esta creencia, aunque su rareza y apariencia imponente continúan alimentando estas leyendas.
El pez remo puede crecer hasta 6 metros de longitud y habita en la zona mesopelágica del océano, una región tan profunda que la luz solar no llega. Este entorno extremo hace que el pez remo sea una criatura difícil de estudiar, y su presencia en la superficie suele ser un acontecimiento notable.
Tras su hallazgo, los nadadores llevaron el pez remo a la orilla sobre una tabla de remo, desde donde fue trasladado en una camioneta para su análisis. Los científicos del Centro de Ciencias Pesqueras del Suroeste de la NOAA y del Instituto Scripps realizaron una necropsia para tratar de determinar la causa de su muerte.
El pez remo tiene una morfología única: su cuerpo largo y delgado se asemeja a una cinta, con pequeñas aletas a los costados y una boca diminuta equipada con mandíbulas dentadas. A diferencia de muchos otros peces, carece de escamas y su piel es viscosa y plateada, lo que le da una apariencia casi fantasmal.
Estos peces, que pueden alcanzar longitudes de hasta 17 metros y pesar alrededor de 200 kilos, se alimentan principalmente de peces pequeños y calamares, lo que refleja una dieta sencilla, acorde con su hábitat profundo y oscuro. La aparición de este pez en San Diego no solo es un evento raro, sino que también ofrece una valiosa oportunidad para los científicos de aprender más sobre esta misteriosa criatura de las profundidades.