Opinión

La Industria de Reuniones: Un fenómeno social-académico, o (sólo) político o gubernamental

Por: Eduardo Chaillo, CMP, CMM, CITE

La industria de reuniones ha sido tradicionalmente vinculada al turismo, la economía, e incluso a las políticas gubernamentales. Sin embargo, esta percepción se queda corta al no reconocer su verdadero núcleo: un fenómeno social y académico que va más allá de la infraestructura o la promoción política. El verdadero impacto de un congreso internacional en un destino no reside en la cantidad de turistas que atrae o en los ingresos generados, sino en el legado intelectual y científico que deja en la comunidad anfitriona.

Los mejores promotores de un destino no son los secretarios de turismo ni los de economía; son las comunidades académicas y científicas locales. Tomemos como ejemplo un congreso de neurólogos. Este tipo de evento no se organiza ni se decide únicamente por razones logísticas o de destino. Necesita una invitación personal y profesional, generalmente de un neurólogo destacado de la región anfitriona. La sede del congreso debe ofrecer contenido académico de alta calidad, relacionado directamente con la neurología, proporcionado por universidades e institutos de investigación locales. Además, se requieren líderes académicos y científicos del lugar que puedan participar como oradores y contribuir al prestigio del evento.

En este contexto, la comunidad receptora juega un rol crucial. Los empresarios, académicos y científicos locales no solo ayudan a convencer a sus pares internacionales de asistir al evento, sino que también aportan al contenido de este, sugieren patrocinadores y se benefician directamente de la llegada del congreso. La verdadera ganancia no es solo económica; es un impulso a la carrera universitaria, a la investigación y a la reputación científica del lugar. Los conocimientos compartidos, las conexiones establecidas y las nuevas oportunidades de investigación son las verdaderas recompensas para la comunidad.

Casos de Éxito Internacionales y el Programa de Embajadores

Varios países han reconocido la importancia estratégica de la industria de reuniones y han implementado programas de embajadores para potenciar su impacto social y académico. Estos programas buscan involucrar a líderes locales en la atracción y organización de eventos internacionales, aprovechando su influencia y conocimiento en campos específicos.

Reino Unido: El “International Convention Network” identifica y apoya a líderes académicos y profesionales para actuar como embajadores en la atracción de conferencias internacionales al país.

Ciudades como Londres, Manchester y Edimburgo han visto un aumento significativo de eventos de alto perfil, fortaleciendo las redes académicas y profesionales.

Australia: El “Business Events Ambassador Program” reúne a expertos de sectores como la medicina, la ciencia y la tecnología para promover a Australia como destino de conferencias y eventos internacionales.

Este programa ha atraído importantes congresos, como el Congreso Internacional de Oncología en Melbourne, que facilitó colaboraciones internacionales en investigación contra el cáncer.

Singapur: Su “Conference Ambassador Program” capacita y respalda a líderes de opinión locales para atraer eventos internacionales alineados con las fortalezas estratégicas del país, como tecnología, finanzas y biomedicina.

Singapur se ha posicionado como un hub global de innovación y conocimiento gracias a estos esfuerzos.
Colombia: A través de su Programa de Embajadores, Colombia ha incrementado su competitividad internacional al aprovechar el capital intelectual local para atraer congresos de talla mundial. Este programa no solo mejora la reputación del país, sino que también promueve sectores clave como la ciencia y la tecnología, beneficiando directamente a la comunidad científica local. Los embajadores colombianos, que incluyen líderes en diversas disciplinas, juegan un papel crucial en consolidar la reputación del país como destino de conocimiento y desarrollo científico.


Conclusión
Es fundamental entender que el desarrollo de la industria de reuniones va mucho más allá de los organizadores profesionales, los hoteleros, los administradores de recintos o las empresas de transporte y audiovisuales. La razón de ser de esta industria radica en la transferencia de conocimiento, en la creación de conexiones profundas entre comunidades académicas, y en servir como una plataforma para el intercambio de ideas y negocios. Estos programas de Embajadores no solo contribuyen al crecimiento económico, sino que, más importante aún, fortalecen el tejido social e intelectual de las comunidades, impulsando el progreso y la innovación.

Estamos, en última instancia, en medio de un fenómeno que responde a las dinámicas del conocimiento y la economía de las ciencias sociales. La industria de reuniones no es un accesorio del turismo o la economía; es un motor del desarrollo intelectual y científico de las comunidades. Cada congreso es una oportunidad para que una comunidad local se conecte con el mundo, se posicione como un líder en su campo y contribuya al progreso global a través del conocimiento compartido. Es hora de que entendamos y promovamos la industria de reuniones desde esta perspectiva, reconociendo su verdadero valor y potencial en la sociedad.

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