La Exportadora de Sal enfrenta crisis: Más de 5 millones de toneladas en espera de compradores
La Exportadora de Sal (ESSA), una de las mayores salineras del mundo, enfrenta una crisis sin precedentes después de que el Gobierno de México asumiera el control total de la empresa el pasado 24 de febrero de 2024. A pesar de una capacidad de producción anual de 7.5 millones de toneladas, actualmente tiene acumuladas más de 5 millones de toneladas de sal sin vender debido a la falta de clientes internacionales.
Desde su nacionalización, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador adquirió el 49% restante de las acciones de la empresa japonesa Mitsubishi Corporation por 1,500 millones de pesos, la Exportadora de Sal ha tenido dificultades para encontrar compradores dispuestos a pagar el precio solicitado por el gobierno mexicano. El precio global de la sal industrial oscila entre 23 y 24 dólares por tonelada, mientras que el gobierno busca venderla a 26 dólares, lo que ha llevado a una detención en las ventas y una acumulación masiva del producto en los puertos El Chaparrito y El Morro, en Isla de Cedros.
El gobernador de Baja California Sur, Víctor Manuel Castro Cosío, atribuye el problema a la presión de los compradores para reducir el precio de la sal. “Recuperamos la salinera para la nación, pero ahora necesitamos fortalecer la comercialización y evitar el monopolio que tenían los japoneses, que presionan para bajar el precio. Estamos trabajando para encontrar una solución,” comentó Castro Cosío.
El gobernador anunció que se reunirá con el próximo secretario de Economía, Marcelo Ebrard, para abordar la crisis y buscar nuevos mercados que puedan ofrecer mejores precios para la sal de Guerrero Negro. Entre 5 y 6 millones de toneladas de sal están actualmente estancadas, y la empresa ha optado por mantener el producto en lugar de venderlo a precios bajos, con el objetivo de preservar su valor.
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La crisis afecta no solo a la empresa, sino a las más de mil familias que dependen directamente de los empleos generados por ESSA, así como a los trabajadores que ya no reciben remuneración por horas extras, que solían ser una fuente importante de ingresos adicionales.
Con 39 mil hectáreas de salinas y una ubicación estratégica en la península de Baja California Sur, ESSA representa el 84% de la producción de sal en México y es crucial para el abastecimiento de la industria en la región Asia-Pacífico y la costa Este de América del Norte. La empresa mantiene una alta calidad de sal y una capacidad para cargar barcos de hasta 18 mil toneladas, consolidándola como la salinera más grande del mundo.
A pesar de una historia operativa que incluye solo una huelga en 1986, la actual situación pone en riesgo el futuro de esta importante industria. México, que se ubica en el séptimo lugar mundial en producción de sal, junto con Chile, enfrenta ahora un desafío crucial para mantener su posición en el mercado global.