La flor de cempasúchil, emblemática del Día de Muertos, no es solo un adorno en las ofrendas en Baja California Sur; también es un símbolo de tradición y perseverancia cultivada en el ejido Benito Juárez, a 25 kilómetros de Guerrero Negro, en el municipio de Mulegé.
Desde hace más de 40 años, la familia López ha trabajado la tierra en este ejido, comenzando con sus abuelos, Luis López Pelagio y Guadalupe González Peña, quienes recibieron tierras que, con el tiempo, se convirtieron en el hogar de hermosas flores de cempasúchil. Idalia López, comerciante de estas flores, compartió su historia con El Sudcaliforniano, explicando cómo el proyecto familiar evolucionó hacia el cultivo de cempasúchil hace 12 años.
El proceso de cultivo requiere un profundo respeto por la tierra y la naturaleza. Con la llegada de nuevas generaciones y el conocimiento de un ingeniero agrónomo de la familia, se han experimentado diferentes variedades de cempasúchil, logrando colores vibrantes que van desde el mandarina hasta el amarillo. “El tamaño del botón, el olor y la durabilidad son fundamentales para nosotros”, enfatiza Idalia.
Cultivar cempasúchil en una región tan árida y ventosa como Mulegé ha sido un verdadero desafío. Las condiciones climáticas adversas han llevado a la familia a adaptarse y perfeccionar sus técnicas, garantizando que las flores lleguen a los consumidores en su mejor momento. Este año, las ventas de cempasúchil han alcanzado desde San José del Cabo hasta Bahía Tortugas, abarcando todo el estado.
Durante una transmisión en vivo desde el panteón Jardines del Recuerdo, la alcaldesa de La Paz, Milena Quiroga Romero, dio espacio a Idalia para compartir la historia de su familia y la importancia de la producción local de cempasúchil. Idalia subrayó que, más allá de quién cultiva las flores, el verdadero protagonismo pertenece a la flor y la tradición que representa.
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Para muchas familias sudcalifornianas, el cempasúchil cultivado localmente significa una conexión con sus raíces y una oportunidad de revivir costumbres que, en años anteriores, parecían depender de productos traídos de otros estados. Idalia invita a los interesados a seguir la página de Facebook “Flores y hortalizas La Carreta”, donde se comparte información sobre la disponibilidad de estas flores durante la temporada de Día de Muertos y otras ocasiones especiales.
“El respeto a la tierra y el amor con el que cultivamos se refleja en cada flor que entregamos”, concluye Idalia, resaltando el valor del trabajo comunitario y la sostenibilidad que sustenta este proyecto. La flor de cempasúchil, hoy en día, es más que un símbolo en las ofrendas; es un testimonio del arraigo sudcaliforniano y una historia de esfuerzo y dedicación.
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, el término cempasúchil proviene del náhuatl “cempoalli” que significa ‘veinte’ y “xóchitl” que se traduce como ‘flor’.