“Playas Negras”: La canción sudcaliforniana que cumple 50 años y sigue siendo un ícono
Una de las canciones más emblemáticas de Baja California Sur está por celebrar medio siglo de existencia. Hablamos de “Playas Negras”, una pieza musical que ha quedado grabada en la memoria colectiva de los sudcalifornianos y es, hasta el día de hoy, una de las más solicitadas a los grupos y conjuntos norteños.
La historia de “Playas Negras” comienza en 1975, cuando fue escrita por el músico Rafael “Bono” Mendoza Collins, originario de San Bruno, Baja California Sur. En aquel entonces, el estado aún era territorio federal, y la canción fue solicitada por el comandante Rubén Cota Romero como un homenaje a Santa Rosalía, un pintoresco municipio del norte de Baja California Sur que, años después, se convertiría en Pueblo Mágico.
La letra de la canción refleja una mezcla de desamor, nostalgia y elementos de la historia minera de Santa Rosalía, evocando un fuerte vínculo emocional con los habitantes de la región. Fue popularizada por Guillermo “Memo” García Lugo y Los Lobos del Norte en 1988, y más tarde, interpretada por Los Cadetes de Linares, quienes lograron una conexión especial con los sudcalifornianos, convirtiéndola en un himno regional.
La Historia Detrás de las “Playas Negras”
La letra de “Playas Negras” es profundamente personal y emocional. En ella, Mendoza Collins describe la pena del desamor que él mismo experimentó, lo que lo llevó a emigrar a la sierra del estado de Chihuahua en busca de consuelo. Tras esa vivencia, regresó a Baja California Sur y escribió la canción, una despedida cargada de tristeza y reminiscencias de un amor perdido.
El primer verso de la canción dice: “Adiós, adiós, me voy de aquí muy lejos, voy a buscar consuelo a mi amargura. Adiós, me voy cargado de tristezas, llevando mil penas, buscando otra aventura.” Esta despedida refleja el sentimiento de abandono y soledad del autor, un tema común en muchas canciones del repertorio popular mexicano.
En el segundo verso, se hace mención de la “playa negra” y el cabello de la amada: “Adiós al puerto, donde tantas veces la fresca brisa peinó su hermoso pelo, adiós le digo a las playas negras donde lloré, Señor, mi desconsuelo.”
TE PODRÍA INTERESAR: Santa Rosalía: El Rinconcito Francés de Baja California Sur
¿Por Qué Son Negras las Playas de Santa Rosalía?
La referencia a las “playas negras” tiene una fuerte conexión con la historia minera de Santa Rosalía. La ciudad fue un importante centro minero, especialmente conocida por la extracción de cobre, que dejó vestigios en el paisaje, incluidos los restos de escoria, lo que causó que las playas locales tuvieran arena de color negro.
La minería en Santa Rosalía comenzó en 1868 con el descubrimiento de yacimientos de cobre, y continuó con la llegada de la compañía francesa El Boleo en 1885. La actividad minera fue el motor de la economía local durante varias décadas, hasta que en 1985 se dio por terminada la extracción de metales, y la actividad minera empezó a declinar.
A pesar de las etapas posteriores de la minería, el legado de la industria y sus huellas perduran en la memoria de la región. Las playas negras de Santa Rosalía siguen siendo un testimonio de la historia minera que marcó la identidad del lugar.
Un Legado Musical
Rafael “Bono” Mendoza Collins no solo es conocido por “Playas Negras”, sino también por otras composiciones que han dejado una huella en la música sudcaliforniana, como “Soy de Baja California Sur”, canción que lo hizo acreedor a la medalla Agustín Lara en 1999. Además, es autor de otros temas como “Isla de Cedros”, “Bahía Asunción”, “Isla San Marcos”, y “Corrido de San Rafael”, entre otros, que siguen siendo interpretados por artistas regionales.
TE PODRÍA INTERESAR: Los cinco arcos naturales de Baja California Sur: El tour que debes vivir
Mendoza Collins, quien falleció en 2010, dejó un legado musical que sigue vivo en las generaciones actuales, pues sus canciones continúan siendo un reflejo de la identidad y cultura de Baja California Sur.
Un Ícono de 50 Años
Hoy, “Playas Negras” sigue siendo un ícono de la música sudcaliforniana. Su vigencia se mantiene no solo por su conexión emocional con la comunidad, sino también por su capacidad para transmitir las historias y sentimientos de quienes han vivido las realidades de Baja California Sur.
En el 50º aniversario de su composición, la canción sigue viva en las voces de los grupos norteños y en el corazón de todos los sudcalifornianos que han hecho de esta pieza una parte fundamental de su identidad cultural.