Atravesando la temporada más seca en años: 2024, el año más árido del siglo
Baja California Sur está enfrentando una de las temporadas de sequía más graves en su historia, siendo el 2024 el año más seco del siglo XXI, según informes de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Con apenas 56.8 milímetros de lluvia desde enero hasta noviembre, la cifra se encuentra por debajo de otros años críticos como 2011 (69.4 mm) y 1999 (59.7 mm), y muy cerca del registro más bajo de la historia, alcanzado en 1991, cuando solo cayeron 48.8 milímetros.
Este déficit de precipitaciones ha dejado al 90% del territorio en condiciones de sequedad extrema, lo que representa una amenaza para el abastecimiento de agua, así como para la producción agrícola y ganadera. Los sectores más afectados son los de la agricultura y ganadería, especialmente en localidades como Loreto, Comondú y Mulegé, donde la falta de lluvias ha generado estrés hídrico en los acuíferos, poniendo en peligro tanto el consumo humano como el riego agrícola.
El impacto de la sequía en el sector agrícola y ganadero
El sector agrícola y ganadero ha sido uno de los más golpeados por esta grave sequía. En las zonas rurales del estado, la falta de lluvias ha generado una situación crítica en el abastecimiento de agua, con la sobreexplotación de los acuíferos como una de las principales preocupaciones. Para enfrentar esta crisis, el gobierno estatal ha implementado un plan de acción que incluye la compra de forraje en otras entidades y el fomento de ciclos de siembra regionales en zonas aún aptas para la agricultura. Además, se está promoviendo la creación de microrregiones para la siembra rotativa de forraje como una posible solución sustentable.
A pesar de los esfuerzos, el impacto de la temporada de huracanes de 2024 ha sido mucho menor al esperado. De los 12 ciclones que se formaron en el Pacífico, solo uno, la tormenta tropical Ileana, dejó lluvias importantes en Los Cabos, pero fueron insuficientes para aliviar la sequía que afecta al resto del estado. La falta de fenómenos meteorológicos de gran impacto ha exacerbado la situación, particularmente en la Sierra La Laguna, donde las precipitaciones este año fueron solo de 215 milímetros, muy por debajo de su promedio anual de 700 milímetros.
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Perspectivas para 2025 y las lluvias de diciembre
Con un panorama poco alentador para 2025, Baja California Sur enfrenta una capacidad de almacenamiento de agua en sus presas de apenas el 20.56% y los acuíferos sobreexplotados. Los registros de precipitaciones en varias localidades de la región muestran un déficit alarmante: La Paz ha acumulado solo 9.4 milímetros frente a su promedio de 172.1 milímetros, y Loreto apenas 6.4 milímetros, cuando su promedio es de 157.6 milímetros.
Aunque las lluvias de diciembre, conocidas como “equipatas”, son la última esperanza para mitigar los efectos de la sequía, su llegada es impredecible. Las autoridades se mantienen en alerta ante la posibilidad de que estas lluvias no lleguen a tiempo, lo que podría agravar aún más la crisis hídrica en la región. A pesar de los desafíos, la esperanza de que las lluvias puedan aliviar la situación persiste, aunque los esfuerzos para garantizar la sustentabilidad del agua en el estado deberán intensificarse para enfrentar los retos que el próximo año podría traer.