Tregua de Navidad
Por: Miguel Martínez
En el frente de batalla empezaba a nevar, era 24 de diciembre y faltaban unos minutos para la medianoche. En las trincheras de la Primera Guerra Mundial los soldados esperaban pacientemente al ataque del enemigo, pero en lugar de disparos y cañonazos los soldados alemanes empezaron a cantar “Noche de paz”.
Los británicos contestaron con el mismo villancico, pero en inglés. Poco a poco los dos bandos empezaron a cantar y con el paso de los minutos empezaron a gritar “si tu no disparas, yo no disparo”. Así salieron ambos bandos a compartir cigarros, historias, fotografías, alcohol y risas.
El 25 de diciembre se acordaron seguir la tregua para poder enterrar a los muertos, e incluso ambos bandos se ayudaron entre sí. Siguieron compartiendo historias, víveres y regalos que les llegaron desde casa. Además, ambos bandos decidieron organizar partidos de fútbol para pasar el tiempo.
Muchos de los soldados que participaron compartieron sus experiencias con sus seres queridos. Por su parte, la prensa tardó mucho en reportarlo. El primero fue el New York Times en Estados Unidos, que en ese momento era neutral. Rápidamente los medios británicos hicieron eco de la noticia, misma que corrió como pólvora, sorprendiendo a propios y extraños.
Esta tregua es conocida como la “Tregua de Navidad de 1914”, noche en la que, en lugar de intercambiar disparos, se puso en pausa -al menos un par de días- una de las guerras más cruentas que ha visto la humanidad. Eventos como este nos recuerdan que por diferentes que seamos o pensemos, no dejamos de ser personas.
¡Feliz Navidad!