
En lo profundo de la Sierra de San Francisco, en Baja California Sur, se encuentra la cueva de San Borjitas, un sitio arqueológico que resguarda pinturas rupestres con más de 7,500 años de antigüedad. Estas impresionantes representaciones fueron realizadas por los antiguos habitantes de la península y son consideradas algunas de las manifestaciones artísticas más antiguas de América.
Las pinturas muestran figuras humanas y de animales, especialmente venados y peces, plasmadas con pigmentos naturales sobre las paredes rocosas. Los trazos, en tonos rojos, negros y amarillos, reflejan la cosmovisión y las prácticas rituales de las culturas prehistóricas que poblaron la región. Su estilo detallado y su estado de conservación han despertado el interés de arqueólogos y viajeros de todo el mundo.
Este sitio forma parte del extenso patrimonio rupestre de la Sierra de San Francisco, reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Debido a su valor histórico y cultural, la cueva de San Borjitas solo puede visitarse con guías especializados que acompañan a los turistas en una travesía por el desierto para admirar este legado milenario.

Explorar la cueva de San Borjitas es un viaje al pasado que permite conectar con las raíces más antiguas de Baja California Sur. Su arte rupestre es un testimonio fascinante de la vida y creencias de los primeros pobladores de la región, y su conservación sigue siendo clave para el estudio de las antiguas civilizaciones del continente.