Un tribunal ruso condenó el viernes al reportero del Wall Street Journal, Evan Gershkovich, por espionaje y lo condenó a 16 años en una prisión de máxima seguridad, una acusación que tanto el diario como el gobierno de Estados Unidos han calificado como una farsa.
La conclusión del juicio secreto y expedito en el sistema judicial ruso altamente politizado podría allanar el camino para un intercambio de reos entre Moscú y Washington.
Gershkovich, con la cabeza rapada, lucía tranquilo en la celda de cristal de los acusados en el Tribunal Regional de Sverdlosk, al momento que escuchaba impasible el veredicto. Cuando el juez Andrei Mineyev le preguntó si tenía alguna duda sobre el veredicto, el periodista respondió “no, su señoría”.
Cuando el juez terminó de leer el veredicto, alguien en la sala gritó, “¡Evan, te amamos!”.
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Los alegatos finales se realizaron a puerta cerrada, y Gershkovich no admitió culpabilidad alguna, según el servicio de prensa del tribunal. Los fiscales habían solicitado una sentencia de 18 años de prisión, pero el juez optó por un periodo más corto.
“Esta vergonzosa y farsesca condena se produce después que Evan pasó 478 días en prisión, detenido injustamente, lejos de su familia y amigos, sin poder informar, todo por hacer su trabajo como periodista”, indicaron en un comunicado Almar Latour, director ejecutivo de Dow Jones y editor del Wall Street Journal, y Emma Tucker, editora en jefe.
“Seguiremos haciendo todo lo posible para presionar por la liberación de Evan y apoyar a su familia. El periodismo no es un crimen y no descansaremos hasta que esté libre. Esto debe acabar ya”, se añade en el comunicado.
El presidente Joe Biden dijo este viernes que está presionando mucho para lograr la puesta en libertad del periodista estadounidense.
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