Este 2024, el cielo se ha convertido en un escenario fascinante para los aficionados de la astronomía, quienes han tenido la oportunidad de presenciar diversos eventos celestiales que han captado un considerable interés.
A lo largo de la historia, los fenómenos astronómicos han influido tanto en la cultura como en la ciencia, creando un vínculo entre el ser humano y el cosmos. En este contexto, octubre se prepara para albergar un eclipse solar anular, un suceso que promete ser memorable.
El próximo 2 de octubre, el cielo se verá embellecido por un eclipse que se caracteriza por el fenómeno conocido como “Anillo de fuego”. Este evento ocurre cuando la Luna se halla en su punto más alejado de la Tierra, lo que impide que cubra completamente al Sol. Como resultado, se formará un halo luminoso que circunda la sombra del satélite, según la información proporcionada por la UNAM.
Los ciudadanos de Chile y Argentina serán los más favorecidos, ya que tendrán la oportunidad de observar el fenómeno en su máxima expresión. En México, aunque la visualización será más limitada, se podrán apreciar hasta un 11 por ciento del eclipse, especialmente en localidades como La Paz y Cabo San Lucas, en Baja California Sur. El evento comenzará a las 10:56 horas y concluirá a las 11:24, ofreciendo una experiencia singular para los observadores.
Para observar un eclipse solar anular, es fundamental tomar precauciones para poder disfrutar del espectáculo sin riesgos; por lo que la NASA recomendó lo siguiente:
Usar lentes de observación solar que cumplan con la norma internacional ISO 12312-2; así como proteger la piel del sol con bloqueador solar y vestimenta adecuada. Además, es crucial evitar gafas de sol convencionales, ya que no son seguras.
Asimismo, no se debe mirar al Sol a través de cámaras, telescopios o binoculares mientras se utilizan lentes para eclipses, debido a que los rayos concentrados pueden dañar el filtro y los ojos.
También, es importante no usar lentes para eclipses junto con dispositivos ópticos que requieran filtros solares especializados, ni mirar directamente al Sol con un proyector estenopeico.
