“La Francesa”: El sabor tradicional de La Paz

Para acercar a los habitantes de La Paz el inconfundible sabor del pan dulce de Santa Rosalía, la emprendedora Claudia Sarahí Gastelum Villavicencio fundó “La Francesa”, un negocio especializado en la venta de productos regionales y pan horneado en la tradicional panadería El Boleo.
Ubicado en la esquina de Ignacio Altamirano y 5 de Mayo, el local recibe diariamente pan recién horneado, transportado en cajas especiales a lo largo de los 554 kilómetros que separan Santa Rosalía de la capital sudcaliforniana. Para garantizar su frescura, el traslado se realiza durante la noche, permitiendo que las piezas lleguen listas para la venta a primera hora del día.
Una tradición en cada pieza de pan
Antes de abrir su tienda física, Gastelum Villavicencio realizaba entregas en puntos estratégicos de la ciudad, pero con el mismo método de transporte nocturno. Ahora, en su establecimiento, ofrece al menos seis variedades de pan, destacando las pitahayas, birotes y cochitos, que son los favoritos de la clientela. Aunque intentó incluir nuevas opciones como donas y orejitas, los consumidores han demostrado una fuerte preferencia por los sabores tradicionales de Santa Rosalía.
“La gente viene buscando lo mismo que en la panadería original. Sin embargo, estamos considerando ampliar la oferta con opciones atractivas para niños, que suelen preferir pan con chispas o colores llamativos”, explicó la propietaria.
Además del pan, el negocio contempla expandir su catálogo con otros productos regionales, como queso y machaca, e incluso convertirse en un punto de venta de artesanías y gastronomía de otras regiones del país.
Un futuro prometedor
Actualmente, “La Francesa” acepta pagos en efectivo y transferencias bancarias, y atiende al público de lunes a domingo, de 9:00 a. m. a 9:00 p. m. La propietaria también tiene planes de abrir una segunda sucursal en la zona sur de La Paz, debido a la demanda de antiguos clientes que extrañan la facilidad de sus anteriores puntos de entrega.
“El pan de El Boleo es más que un alimento, es parte de la identidad de Santa Rosalía. Poder compartirlo con quienes no pueden viajar hasta allá es una forma de mantener viva nuestra tradición”, concluyó Gastelum Villavicencio.