La residencia conocida como “Casamigos”, diseñada por el renombrado arquitecto mexicano Ricardo Legorreta, ha sido vendida por el actor George Clooney por una cifra asombrosa de 100 millones de dólares. Este complejo arquitectónico, ubicado en la pintoresca península de Baja California, representa un ícono del lujo y la exclusividad que caracterizan a este destino turístico.
Las dos casas mellizas, inspiradas y encargadas por Clooney y su amigo empresario Rande Gerber, fueron concebidas originalmente como un solo espacio para compartir vacaciones familiares. Sin embargo, tras reflexionar sobre la privacidad y comodidad personal, decidieron separar las residencias para cada familia.
“Es reconfortante al final del día tener tu propio espacio al que regresar”, expresó Gerber sobre la decisión de dividir el proyecto original. A pesar de ser dos propiedades independientes, ambos hogares comparten actividades sociales como cenas y cócteles entre amigos.
Con el sello distintivo de Legorreta, las villas se integran armoniosamente con el entorno natural de la costa, utilizando materiales orgánicos y modernos que juegan con la luz y la sombra. Cada casa cuenta con amplios espacios interiores conectados por un patio central de doble altura, rodeado de áreas de estar, comedores y cocinas abiertas.
Las características de diseño incluyen techos de madera, vigas y brise-soleils para contrastar con las extensiones de cemento. En la villa de Crawford y Gerber, se emplearon vigas de madera de parota para aportar calidez al ambiente. Las habitaciones, generosas en tamaño, ofrecen comodidad y privacidad, destacándose la ducha al aire libre y la bañera de piedra en la recámara principal de la pareja.
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“Casamigos” se distingue también por su paleta de colores neutros, aunque la casa de Clooney se caracteriza por tonalidades más oscuras que reflejan su estilo personal y garantizan privacidad en su uso diario. El patio interno de la residencia del actor cuenta con linternas que crean un ambiente íntimo junto a una sala de cine equipada con tecnología de última generación.
El diseño de estas mansiones, que fusiona elegancia con funcionalidad, refleja la visión de Legorreta de crear espacios que son a la vez obras de arte y refugios familiares. A casi una década de su construcción, la venta de “Casamigos” por 100 millones de dólares destaca el legado y la demanda continua de la obra arquitectónica de Ricardo Legorreta en el mercado internacional.